Todo comenzó un viernes por la tarde,
hace 7 u 8 años, con un grupo de chavales,
porque ellos decidieron que Aventura se llamaban.
La historia comenzó, así te lo cuento yo.
¿Dónde empieza y dónde acabará?,
la alegría que nos une y que nos unirá.
Todas las reuniones nos lo pasamos genial,
los de expedición se quejan, no se puede ni hablar.
Armamos un jaleo que se oye en el tercero
y nos penalizan, algunos llegan a cero.
Nunca dejaremos de hablar,
todo el mundo sufrimos hiperactividad.
Es Aventura,
con quien quiero estar a todas horas,
nos divertimos, todos los viernes nos reunimos.
Olmos me sacó a las 6 de la mañana,
por no parar de hablar, hacía un frío que pelaba.
Quique no paraba de roncar toda la noche,
cuando el sol salió, todo el mundo a levantarse.
¿Cuándo de una vez nos quitarán
los bocatas de foiegrás? Voy a vomitar.
Y en el campamento hacíamos los talleres:
caretas de escayola, ¡vaya emplastre que armaste!,
las bolitas no paraban de caerse por el suelo,
¡no se meten en el hilo, no tienen ni agujero!
¿Quién te aguanta y quién te aguantará?
El monitor que es el jefe y un amigo más.
Es Aventura,
con quien quiero estar a todas horas,
nos divertimos, todos los viernes nos reunimos.
Esther se fue a cantar a Barcelona,
Y Dani se perdió con su guitarra,
Paula tuvo un hijo dos hijas
Y de Guille y los demás ya no sé nada...
Es Aventura,
con quien quiero estar a todas horas,
nos divertimos, todos los viernes nos reunimos.
¡Es Aventura!