Señor, quiero darte gracias por tus sacerdotes
que renuevan en tu nombre tu sacrificio.
Señor, quiero darte gracias por tus sacerdotes
que preparan el banquete de tu salvación,
que actualizan hoy tu sacrificio
y a través de ellos nos llega tu amor.
Tú eres sacerdote eterno,
Cristo te ha elegido.
Tú renuevas en su nombre la redención.
Tú presides a su pueblo
en eterna acción de gracias.
Tú eres sacerdote “según su corazón”.
Señor, hoy tus sacerdotes
entregan por Ti su vida
y por la salvación de los demás.
Han de semejarse a Cristo y dar testimonio
de constante fidelidad y amor,
presiden a tu pueblo con verdad
y lo alimentan con tu pan.
Por la imposición de manos nos regalas
que perdonen los pecados con amor,
que podamos comerte en la Eucaristía,
que en la Unción de Enfermos nos den la salud.